Los beneficios que aportan los masajes a nuestro cuerpo son muchos y muy variados: mejoran nuestra flexibilidad, el sistema linfático, la circulación sanguínea, ayudan a la eliminación de toxinas, calman el dolor muscular, mantienen la tonificación de los músculos. Alivian la presión en la espalda, el cuello y las articulaciones causada por malas posturas… Pero el masaje no sólo aporta beneficios a nuestro físico sino también a nuestro equilibrio: disminuye el estrés, la ansiedad, la fatiga y la depresión. Gracias a la relajación de cuerpo y mente durante las sesiones conseguimos canalizar y aumentar nuestra energía para afrontar el trabajo diario. Existe una gran variedad y tipología de masajes, entre los más destacados y difundidos están: el masaje deportivo, la reflexología podal, el quiromasaje y la terapia craneo-sacral, Reiki